Ser celebrity y encima
ídolo de chavalas por medio mundo tiene sus desventajas, no penséis que es todo
bañarse en doblones de oro y pedicuras diarias. Algunos lo tienen más chungo que otros, incluso hasta para
salir a tomar una copa. Y si no, mirad a
Joe Jonas, que cada vez que pone un pie en la calle, tiene un enjambre de
mosconas alrededor deseando atarle a la pata de la cama y hacerle guarreridas durante horas.
El pasado jueves,
Joe salió de copas con sus colegas en una
noche de chicos, simplemente a echarse unas risas y estar con los amigotes. Así que fueron a un garito a iniciar la
ingesta de alcohol cuando, poco a poco, se le fueron
arrimando muchachas por doquier.
Al principio lo llevó con
cierta diplomacia, y a
las que iban simplemente a verlo y saludarle, sin incordiar más, las
trató con la mejor de las cortesías. Pero cuando empezaron a llegar
las pesadas de turno, Joe estaba ya un poco hasta la higa del asunto, la
educación se le iba diluyendo en el
vodka y terminó más rayado que un disco de Los Pecos.
¿Por qué? Pues porque encima las chavalas
iban a machete, en modo destroyer, sin preocuparse de que Joe estuviera a lo suyo con sus amigos y algunas incluso rozaron
actitudes bastante agresivas. Pobre hombre, con lo modosillo que parece este chico y que no pueda
tomarse una birra tranquilo…